La plantación de té orgánico de la familia Morimoto, se encuentra en la isla más meridional de las cuatro principales islas de Japón; cerca de la ciudad de Miyazaki, en la prefectura del mismo nombre. La historia del té verde Morimoto, comenzó cuando hace unos cuarenta años, la joven pareja fundó una empresa muy pequeña, con un pequeño pedazo de tierra para el cultivo de té. Con los años, los Morimoto adquirieron una gran cantidad de experiencia y el tamaño de la empresa creció en proporción. En estos días, cultivan un total de doce parcelas de té y también tienen sus propias instalaciones para su procesamiento. En general, son ellos dos quienes se ocupan del trabajo, sin embargo, en época de cosecha, sus dos hijas, además de algunos amigos, ayudan ocasionalmente en las tareas.

Una de las muchas características de la familia Morimoto, es que cultivan un total de seis especies diferentes de plantas de té; entre ellas, diversas variedades de té verde Yabukita, Sae-Midori, Midori-Kanaya, Okumidori y también los híbridos assamica y Benifuki. Esta diversidad de especies les permite producir mezclas variadas de té verde, cada uno con diferentes sabores y matices. Recientemente, se han introducido una variedad diferente, que posiblemente, dentro de unos pocos años, será la base de un nuevo té.

Además de obtener diferentes sabores con las diversas variedades de plantas de té, tiene otra ventaja, y es, que reaccionan de manera diferente con el clima y los insectos. Por ejemplo, si un año, el clima frío o los insectos dañan una parcela, lo más probable es que las otras parcelas, que tienen diferentes variedades, no sufrirán ningún daño. De esta manera, se aseguran de obtener, de una manera ecológica y natural una buena cosecha al año. Esta diversidad de plantas de té refleja la preocupación que la familia Morimoto tiene sobre el medio ambiente, tratando de crear un equilibrio ecológico en sus plantaciones.