Cada país o región tiene su propia cerámica estética y su propia manera de preparar el té. Por lo tanto, hay varias cerámicas para la preparación de varios tipos de té.

 

 

Un ejemplo muy llamativo es el Chawan que se utiliza en la ceremonia del té en Japón. El Chawan es un gran cuenco de cerámica hecho a mano donde se prepara el matcha (té verde en polvo) con un batidor de bambú. En esta reunión ceremonial, hecha en silencio, la cerámica es tan importante como el té. La ceremonia del té está estrechamente relacionada con la naturaleza y por lo tanto la estética del Chawan refleja la sencillez y la conexión con la naturaleza. Su forma simple con una superficie rugosa revela su belleza a primera vista. La idea original es destruir el Chawan después de la ceremonia para celebrar el momento y reforzar la idea de que cada ceremonia es única e irrepetible. Muchos alfareros japoneses consideran el Chawan la forma más compleja y difícil de hacer cerámica.

Pero incluso en el día a día, el té tiene un sabor mucho mejor cuando se prepara y se sirve en una cerámica adecuada. Hay varios tipos de teteras que pueden influir en gran medida en el sabor del té, ya sea por el material, o incluso por su forma. Una tetera de cerámica tiene memoria, es decir, el material poroso mantiene algo del sabor del té. Por lo tanto, es aconsejable utilizar la misma tetera para el mismo tipo de té. Con el tiempo, el té sabe mejor porque la tetera guarda en su memoria el sabor particular de este té. Del mismo modo, el tamaño y el material del cuenco pueden alterar el sabor del té y las sensaciones de la persona que lo bebe. Pruebe, por ejemplo, el consumo del mismo té en una taza con asas y un cuenco (cerámica preferentemente hecha a mano). Hay pequeños detalles que se pueden descubrir con antelación al beber el té.

 

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